
Sin embargo, el vivir en Latinoamérica no es un requisito Sine qua non para ser personas del “tercer mundo”, ya que, a mi parecer la marginalidad como tal es un estado mental. Ahora bien y a lo que voy, a diferencia de Europa, donde lo primordial es el trabajo y la calidad de vida; en Venezuela - y hablo de Venezuela como ejemplo porque es el país donde vivo, pues puede que sea el caso, que lo que diré a continuación, también ocurra en otras latitudes de éste continente -, la gente se preocupa más por la apariencia: El mejor auto, el mejor celular, la mejor vivienda y la ropa más exclusiva.
Aquí es donde deseo hacer un alto y hablar específicamente de la vestimenta. No entiendo por qué razón, motivo y/o circunstancia, en Venezuela la gente en su mayoría y exceptuándo a mi persona por supuesto, pretende ir a lugares comunes y corrientes como centro comerciales, restaurantes estándares, cine y otros lugares; vestidos como si fuesen a una cita con el presidente de Rupúnia.
Casualmente, mientras escribía este post y a la mitad del tercer párrafo, entró en mi oficina un compañero de trabajo y al verme la manera como vestía me dijo: "¿Para dónde vas hoy? ¿Por qué tan bien vestido?" WTF???? Aunque aquí fue al contrario, es prácticamente a lo que me refería previamente: ¿Por qué debe haber un código MENTAL de vestimenta para lugares dónde no lo requieren, tales como centros comerciales, cines o algunos restaurantes?
Inclinándome un poco más a lo personal – que no era el objetivo principal -, pero sin desviarme mucho del tema, es obvio que no vendré a trabajar en bermudas o pijamas, aun y cuando tengo libertad de vestirme como quiera, pues trabajo en radio.
Pienso que los orígenes de éste “comportamiento” se deba a la manera de crianza - a Dios gracias mi madre, una mujer adelantada para su tiempo y obviamente con mente Europea, jamás nos crió de “manera latina” -, cuando las madres y abuelas al llegar noviembre compraban “la ropa del 31”… Sé perfectamente que más de uno habrá soltado una sonrisa, pues me atrevo a asegurar que ustedes también llegaron a oír frases como “Esta camisa y este pantalón no es para estar en la casa, es para salir” ó “Cuelga la ropa del 31 antes de que se arrugue”
Personalmente soy de los que me pongo lo que me queda bien. No me considero víctima de la moda y las tendencias las adapto a mi estilo, mas no me adapto yo a ellas. Pienso que lo importante es vestirse según el estado de ánimo y siempre estar acorde a la situación o momento donde se esté presente, pues no me imagino “guardar” algo nuevo para usarlo en una ocasión especial… ¿Dígame si me muero? NO! Asi que, a sacarse ese "Cassette Latinoamericano" y a vestirse como mejor se sientan!
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