Monday, July 12, 2010

HASTA QUE LA MUERTE LOS SEPARE...

Cuando nos encontramos en una relación, siempre pensamos que estamos dentro de un cuento de hadas o en un sueño, donde todo es perfecto y color de rosas; pero... ¿qué pasa cuando ese mismo sueño se convierte en pesadilla? Si bien sabemos que las relaciones de pareja son particularmente complejas, cuando el factor violencia entra en acción, todo se convierte en caos.
Anteriormente se pensaba que la única violencia entre parejas era sólo del hombre hacia la mujer, sin embargo, con el paso del tiempo se descubrió que la violencia de la mujer hacia el hombre era más frecuente de lo que se pensaba. Ahora bien, dentro de las relaciones homosexuales las cuales con el pasar de los años se han abierto cada día más al punto de establecer hogares; también se han venido observando el factor violencia dentro de la relación. Antes de comenzar con éste meollo, es de vital importancia exponer que la violencia se desarrolla en un ciclo de tres etapas sucesivas primordiales:
I Etapa: Se crea la tensión entre la víctima y el abusador e intenta progresivamente tratar agradar al abusador para que suceda la violencia.
II Etapa: Una vez explotada la tensión, se inicia la violencia de cualquier forma, bien sea verbal o física.
III Etapa: Para finalizar el ciclo, el abusador pide perdón a su pareja y probablemente dirá que jamás volverá a suceder. La persona afectada puede sentirse recompensada y lo perdona, creyendo que no va a suceder la violencia de nuevo.
En las parejas homosexuales hombre/hombre ó mujer/mujer, pienso que el maltrato tiene mayoritariamente causas específicas: Una dominación por parte de uno de los integrantes de la relación y - por supuesto - una baja autoestima que lleva al agresor a sentir la primera causa y que persiguen instaurar una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes.
Afortunadamente jamás he presenciado un acto de tal barbarie, sin embargo, tengo conocimiento acerca de varias parejas tanto hetero como homosexuales, las cuales viven una relación sadomasoquista, si, sadomasoquista, ya que a pesar del maltrato por parte de uno de los integrantes de la relación, la contra parte no termina de romper el ciclo.
No hace falta ser un experto en la materia para saber los efectos y consecuencias de este tipo de relaciones... Luego de establecer una conducta "perenne" de violencia doméstica, el agresor procede a iniciar un bloqueo o aislamiento social hacia la víctima, marginándola a callar y no comunicar lo que sucede a otros; para luego comenzar con un hostigamiento o acoso psicológico, el cual se manifiesta de diferentes maneras, como en desprecio, falta de respeto y desconsideración por la dignidad, el odio, la ridiculización y la imitación burlesca de la reacción de la víctima ante el maltrato.
Teniendo ya como base conceptual lo anteriormente expuesto y con la mayor confianza del mundo les hago las siguientes preguntas - Si... A ustedes... Los maltratados y que sé que están leyendo este post - y que me gustaría que tomaran conciencia de ello:
* ¿Cuán baja es su autoestima, como para permitir que una bestia tan siquiera intente levantarles la mano?
* ¿Acaso no saben que el 70% de las relaciones donde se prevalece la violencia, terminan en asesinato?
* ¿Dónde queda el amor propio y la dignidad como persona?
* ¿Sabían que el 60% de las personas maltratadas, son incapaces de entablar una nueva relación?
* ¿QUÉ CARAJO PASA CON USTEDES... ACASO NO SABEN QUE EXITEN MILES DE PERSONAS QUE ESTARÍA DISPUESTAS Y QUE MUEREN POR ESTAR A SU LADO Y SERLOS FELICES?
Los invito a tomar conciencia acerca de lo leído, pero sobre todo, los invito a desprenderse de este tipo de relación enfermiza, bien sea separándose del agresor o denunciándolo ante las autoridades competente. NO tengas miedo de subir la cara y decir BASTA YA!

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