Atrás quedó esa parafernalia gimnástica que a mediados de los 90/00’s invadió al mundo, influyendo fuertemente en la apariencia física de las personas. Cuerpo tonificados, dientes perfectos y un cabello al mejor estilo de comercial DRENE; eran requisitos indispensables para poder ligar con alguien.
Si bien es cierto que hoy día la belleza no está limitada exclusivamente a las mujeres y que los hombres se han hecho tanto o más adictos que ellas a la buena apariencia física; también es muy cierto – y vaya que lo es – que ahora ante la apariencia física prevalecen otro tipo de cualidades, habilidades y actitudes.
Seamos sinceros… Todos alguna vez hemos querido tener con nosotros y para nosotros un cuerpo esculpido y es perfectamente válido. Anteriormente construir unos abdominales descomunales o unos brazos del tamaño de una viga de carga eran vistos como un ritual para poder ligar con alguien. Hoy día, tener un cuerpo A1 no garantiza que puedas llevarte el mejor partido.
Aunque conscientemente no lo percibamos, nuestra naturaleza siempre nos llevará a escoger el mejor partido para “aparearnos”. Si bien es cierto que en tiempos pasados la buena salud física era “el gancho” para escoger a alguien, hoy día nuestro cerebro hace caso omiso de ello y solemos escoger aquella persona inteligente, desenvuelta y con un grado de confianza que sólo es superado por el ego de tener un pene de 30 centímetros; y no los culpo, a fin de cuentas… La belleza puedes comprarla mediante cirugías, pero quien nace bruto, bruto se queda!
Para mí el cuerpo humano no es otra cosa que un templo. Un lugar donde guardamos cientos de sentimientos, ideas, actitudes y placeres; pero que queda de nuestras partes saber distribuirlas. Claro que hay gente físicamente imponente, y obvio todos cedemos ante ese atractivo físico, pero si hay algo que he aprendido durante todo este tiempo de existencia en la tierra, es, que mas allá del un cuerpo, cara y ropa bonita, hay muchas cosas que considero sexy en un persona. Considero que muy ligada a la inteligencia, la autoconfianza es el afrodisiaco más poderoso que existe. Formarse culturalmente se ha convertido en mi opinión en el nuevo “rituales modernos de apareamiento”.
Sé que mucho habrán subido su ceja derecha y se les habrá desorbitado los ojos, pero en lo que a mí respecta; no hay nada que me “encienda” más que hablar con alguien que domine temas diversos. Se crea un envolvente halo de magnificencia ante la persona, que nuestro aún primitivo cerebro lo traduce en atracción. Sé que suena raro, pero para mí, el conocimiento, prevalecen sobre muchas otras cosas, incluyendo una cara y cuerpo bonito.
Quiero recalcar y ser muy enfático que con lo expuesto anteriormente, no hago un llamado a incrementar los alarmantes números de obesidad a nivel mundial, mucho menos a descuidar nuestra apariencia física, pues yo sufrí un cambio abrupto al perder 50 kilos; pero SI hago un llamado a querer tu cuerpo, a sentirte cómodo con él, a cultivarte culturalmente, a desarrollar la autoconfianza, a entender de una vez por todas que los cuerpos curvilíneos también son hermosos, que hay gustos para TODO en esta vida.
No comments:
Post a Comment