LIDIANDO CON EL FANTASMA DE LA INFIDELIDAD: LA CONTRA PARTE

Había olvidado que una relación es de dos. Gracias a mis fieles lectores, por seguir día a día lo que sale de mi cabeza. Por ello, aquí les dejo lo que muchos me pidieron: La contra parte. ¿Qué se siente ser engañado? ¿Debo decírselo o esperar a que todo termine? ¿Será acaso esa persona mejor que yo? ¿O debería de despertar y competir con esa persona?

Millones de interrogantes inundan nuestros pensamientos cuando creemos o confirmamos que somos victimas de una infidelidad. Aunque muchos digan lo contrario, nadie está preparado para ese golpe. En lo personal, considero las traiciones un golpe bajo, una jugarreta sucia, y es que… ¿Para qué ser infiel, cuando hablando puedes demandar lo que te hace falta?

Por lo general y como lo escribí con anterioridad, las relaciones paralelas surgen porque de un momento a otro queremos cambiar la rutina, por sentirnos más hombres creyendo - estúpidamente - que a más mujeres, más machos somos. En fin, no suelo hacer distinciones ni discriminaciones - y menos con mi propio sexo -, pero a veces los hombres somos taaaaan estúpidos… No es que no nos demos cuenta, lo que pasa es que Dios no nos proporcionó de suficiente sangre como para que vaya a dos partes totalmente opuestas al mismo tiempo, es decir, cerebro/pene… Ok… Volvamos al tema.

El ser víctima de una infidelidad es algo totalmente desagradable y doloroso, son muchas las cosas que dan un vuelco de 360 grados: El autoestima es la primera. ¿Dónde queda el amor propio de la persona engañada? Pues en la más bajo que se pueda llegar. De ahí surgen incontables autoflagelaciones que se hace la persona. Primero empieza por su físico: “¿Serán los kilos de más que tengo?”. Luego sigue con su personalidad: “Quizás discuto demasiado” y remata con la peor autoflagelación de todas… La social: “¿Por qué tuve que presentarle a esa persona?” *Se ha demostrado que nuestras parejas suelen sernos infieles con personas que le presentamos o conocemos, sin embargo ésto varía de persona en persona.

El segundo vuelco son las amistades. Empezarás a ser el motivo de lástima de muchas de ellas. Querrán pasar tiempo en exceso contigo, te sacarán a pasear como al perro de la casa y no te dejarán a solas por temor a que vayas a atentar contra tu vida, la de tu ex o en cualquiera de los caso, contra la de su amante.

El tercer vuelco - y peor de todos - es el de la familia. La familia… ¿No se supone que debe ser tu apoyo moral hasta la muerte? Pues no! La familia es la primera en acusarte, recriminarte y recordarte de las autoflagelaciones. ¿Por qué pasa eso? Pues simple: Tu ex pareja con su sonrisa, sus detalles y su educación no sólo te conquistó a ti, sino a tu familia entera, quienes terminan amando más a esa persona que a ti… ¿Irónico no?

Lo cierto es que si somos víctimas de un engaño, primero debemos empezar por dejar de culparnos a nosotros mismo. NO debes sentir culpa alguna. Fue su culpa. Fue su libido. Con esto, no quiero decir que quedamos totalmente exentos de culpa, porque si te fueron infiel, es porque sencillamente no estabas dando lo que demandaban dentro de la relación. Entonces… ¿Qué hacer? Sencillo… Empieza por hablar. No hay tesoro más grande y divino dado por Dios que el don del razocinio. Habla con tu pareja y exponle tus inquietudes acerca de lo sucedido o lo que está sucediendo.

¿Debo dejar todo hasta ahí? De verdad - y sin que me quede nada por dentro - no hay nada más reconfortante que el perdón. No se puede vivir con resentimientos, pues envenenan el alma; y no es que te digo que vuelvas con esa persona, eso solo queda a tu criterio, lo que te digo es que perdones, nada más. No estoy en la capacidad para decirte lo que debas o no hacer… Lee más abajo.

Muchas personas tienen el regalo del perdón - y las aplaudo - en sus corazones, pues una vez engañadas, vuelven con la persona que les fue infiel. Otras, que lo tienen, pero no muy arraigado en ellos, son víctimas - si víctimas - de las interminables bromas de sus amigos y familiares… Momento... ¿Acaso ellos no estaban para ayudarte?… ¿Qué pasó?

Nunca, pero NUNCA dejes que terceros se involucren en tus decisiones - lo que te acabo de decir arriba - . Si decidiste perdonar, hazlo, pero no a medias! La idea no es volver y vengarse haciendo lo mismo, porque como dice Shakira: “No se puede vivir con tanto veneno”