Aquí estoy… Sentado nuevamente escribiendo lo que sucede a mi alrededor. Esta vez no es fácil, esta vez no hay culpables, no hay verdugos, no hay rabia… Solo hay dolor. Dolor que me ahoga, dolor que me mata. Un dolor tan grande que solo se compararía al de no verte más.
A pesar de que hemos luchado duro, siento que la carga nos vence. Siendo como el aliento abandona tu cuerpo con cada respiro. Siento que ya no te siento. Siento un sentimiento feo, amargo, repulsivo… Siento que te pierdo.
Un día me dijiste: “Prefiero cantar un día como un león, a 100 días como un oveja”. No lo entendí, hasta que te ví… Delicada y frágil como una flor en la tormenta. Flor que ha perdido el brillo que la caracterizaba… Flor que poco a poco se marchita… Una flor que no quiero dejar morir.
Animo mamá… Juntos lo vamos a lograr…
A pesar de que hemos luchado duro, siento que la carga nos vence. Siendo como el aliento abandona tu cuerpo con cada respiro. Siento que ya no te siento. Siento un sentimiento feo, amargo, repulsivo… Siento que te pierdo.
Un día me dijiste: “Prefiero cantar un día como un león, a 100 días como un oveja”. No lo entendí, hasta que te ví… Delicada y frágil como una flor en la tormenta. Flor que ha perdido el brillo que la caracterizaba… Flor que poco a poco se marchita… Una flor que no quiero dejar morir.
Animo mamá… Juntos lo vamos a lograr…